EL TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO (TOC)
- Qamaqui
- 1 oct 2018
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 7 oct 2018
Actualizado: sep. 13
El Trastorno Obsesivo Compulsivo(TOC) se clasifica como un Trastorno de Ansiedad, que se manifiestan con obsesiones, compulsiones o ambas, que afectan la vida cotidiana de una persona.
Suele iniciarse en los primeros años de la vida adulta, pero también puede tener inicio en la infancia. Se caracteriza por presentar obsesiones que causan ansiedad, malestar y/o compulsiones que la persona realiza para neutralizar su ansiedad. Es una enfermedad muy pesada y que muchas veces produce el rechazo social.
Causas del TOCLas causa son generales, no existe una causa específica. Es una acumulación de múltiples factores en los que se destacan:
Traumas en la niñez, adolescencia o vida adulta
Genética
Entorno conflictivo
Alimentación
Personalidad
Madurez emocional
Síntomas
Las personas con TOC pueden sentir vergüenza a describir sus síntomas. Los que admiten sus obsesiones reconocen que sus ideas o impulsos son irracionales. Algunos ejemplos de obsesiones tenemos:
Miedo excesivo a los microbios (miedo a la suciedad o de contraer alguna enfermedad)
La necesidad que exista el orden (Simetría)
De agresión (pensamientos prohibidos de dañar a otros o a sí mismos)
De exactitud (Tengo que hacerlo. Ejm.: no pisar las rayas de las veredas sino sienten que se van a morir.)
Sensación de Intraquilidad (amenaza inminente inespecífica)
También realizan comportamientos repetitivos en respuestas a sus pensamientos y obsesiones, por ejemplo:
Verificar una y otra vez las acciones (como apagar las luces y cerrar la puerta)
Conteo excesivo
Ordenar las cosas de una cierta manera
Lavarse las manos repetidas veces para evitar una infección
Repetir las palabras en silencio
Rezar en silencio una y otra vez
Comerse el cabello (Tricotomía)
Rascarse la piel (Excoriación)
Miedo excesivo a ser homosexual.
Las personas con TOC:
No son capaces de controlar sus pensamientos o comportamientos, incluso cuando entiende que son excesivos.
Dedican al menos una hora del día a estos pensamientos o comportamientos.
No obtienen placer de realizar un comportamiento o ritual, más allá de un breve alivio de la ansiedad, tal vez.
Tienen grandes problemas en la vida diaria debido a estos pensamientos o rituales.
El Síndrome de Tourette
Es una alteración neurológica que puede tener un componente genético. Se manifiesta en la infancia o la adolescencia y se caracteriza por tics motores y/o fónicos. Estos tics son frecuentes, repetitivos, rápidos e involuntarios, producidos mayormente en los hombros, manos, cabeza o emitir sonidos, gritos e incluso palabras groseras. Afecta alrededor de uno de cada cien niños por lo general empieza en la niñez temprana. Una tercera parte de los niños supera sus tics, y otra tercera parte lo controlara mejor. Mientras que con la tercera parte restante de niños, tendrán poco o ningún cambio hasta su vida adulta. Según la doctora Patricia Capellino, terapeuta de lenguaje, dijo que el niño requiere un manejo integral multidisciplinario con el neurólogo, psicólogo, terapeuta y la ayuda de la familia. Además, que no es conveniente decirle y repetirle al niño o niña que haga esos movimientos, ya que, son involuntarios.
Rol del Psicólogo
El trabajo del psicólogo está orientado a brindar pautas a padres y familiares cercanos, que le permitirá una mejor adaptación social y calidad de vida, además de brindar una tranquilidad en la familia y al círculo cercano. La labor del especialista es preventiva, diagnóstica, evaluativa, tratamiento, y que concluye con la integración de la persona con este Síndrome. Para esto, el psicólogo tiene que cumplir con una preparación completa y comprometida, así como una actualización de información relacionado al Síndrome, manteniendo un contacto con la familia de la persona, y el mismo paciente, ya que tiene una manifestación distinta, en los signos y síntomas, y factores singulares que determinan su comportamiento individual y el aumento y disminución de síntomas.
Evaluación y terapia psicológica
La acción de un especialista se ve influenciada por la etapa de evolución en la que se encuentra la presentación del síndrome. Podremos diferenciar tres etapas:a) El inicio o momento de emergencia, con síntomas que pueden corresponder o no al síndrome.b) El intermedio, en el que aparece más claramente la sintomatología, con sus movimientos, cambios inestabilidades y las diferentes trayectorias que estas siguen.c) El final, o el establecimiento del grado de severidad real del síndrome (Bliss, 1980).Reconocer el inicio del trastorno, analizado y estudiarlo, compartir los cuestionamientos con el equipo, mantenerse en espera y, si es posible, desterrarlo, son momentos terriblemente difíciles para el psicólogo; y, lo más importante, los esfuerzos son solo exitosos.
Es importante resaltar que la descripción de los primeros síntomas es realizada por los padres y con una información masiva, y de sus allegados se diagnostica el síndrome.
Es muy cierto, me pasa a menudo, deberían haber tratamientos rápidos para evitar estos impulsos, muy buena info